50 mm - f/8 - 1/160 seg - ISO 200
Observando el entorno dimos con esta Argiope bruennichi, conocida popularmente como, araña tigre, araña avispa o araña de jardín, teje su tela en matorrales bajos donde pacientemente espera que algún insecto caiga en su trampa, para rápidamente envolverlo con su tejido de seda, dejándolo inmovilizado y preso en la red y posteriormente le inyecta su veneno para luego ser digerido por ella. Un saltamontes puede ser atrapado por esta araña sin dificultad. Se trata de una hembra, ya que el macho no posee estos vistosos colores y su tamaño es tres veces menor que el de la hembra, que es de unos 3 cm., además después de cumplir su misión de inseminación es digerido por ella. Su tela se caracteriza por un tejido muy resistente y una firma personal en el centro de la red, con un cordón mas grueso en forma de zig-zag. Si se siente atacada la hace oscilar de manera tan impetuosa que casi desaparece a la vista de un posible depredador. En lo que respecta al hombre, hay que molestarla mucho para que llegue a picar, en ese caso, la picadura es muy dolorosa y puede producir una gran erupción en la zona afectada, aunque no reviste gravedad para el ser humano. Sus puestas las hace creando un capullo que adhiere en la base de los tallos, donde coloca entre 300 y 400 huevos.
