Mariposa Blanca

60 mm - f/8 - 1/125 seg. - ISO 200

Una calurosa noche de agosto en el puente de hierro de la calle Sagasta de la ciudad de Logroño sobre el río Ebro, bajo la luz de las farolas, revoloteaban una gran cantidad de mariposas blancas. Se posaban sobre la estructura del puente para descansar sus alas, dándome la oportunidad de fotografiar su belleza. No se de que especie se trata, aunque se asemeja mucho a la Cupido, pero se diferencia en el color del cuerpo ya que esta lo tiene blanco y la que yo fotografié, es de color dorado con manchas negras.
Se dice de las mariposas que representan el alma de las mujeres, por su delicadeza y fragilidad, así como su suave vuelo evidencia su aspecto positivo.
En algunas culturas, se asocia a la mariposa, por su metamorfosis, a la unión entre la vida y la muerte y que preservan las vidas del pasado, dándoles la oportunidad de volver a la vida en forma de hadas.
También se dice que las mariposas blancas son hadas nuevas que están esperando adquirir sus colores para llegar a su destino.
Los Celtas creían que eran hadas con poderes sobrenaturales.
Algunos dicen que si se cruza en tu camino una mariposa negra es señal de malos augurios, en cambio si se trata de una mariposa blanca, quiere decir que tendrás suerte en algunos aspectos de tu vida, así como también simboliza una relación amorosa.
Sobre este último punto, hay discrepancia, ya que muchos aseguran que el amor lo representan dos mariposas amarillas, entrelazando sus vuelos en acrobáticos movimientos.
La superstición llega al punto de asegurar que colocar alguna figura en la que esté representada una mariposa junto a la fotografía de un ser querido y encender una vela blanca cada día desde el mediodía hasta el anochecer, protegerá y dará suerte a la persona invocada.